El correo electrónico se ha convertido en una herramienta imprescindible. Y no lo es solo a nivel personal, sino que también lo es a nivel profesional. Cada vez son más las empresas las que lo prefieren para comunicarse con sus empleados, proveedores y clientes. ¿Es este también tu caso? Si es así, te contamos un secreto: traducir e-mails te puede ayudar a captar nuevos clientes.

3 elementos imprescindibles para traducir e-mails

Lo creas o no, la traducción profesional es un arte que puede ayudarte a lograr tus objetivos profesionales. Hay que tener en cuenta que cuando traduces un correo electrónico y lo envías a un cliente potencial, intervienen tres partes: el remitente, el mensaje y el destinatario. Esto no debería sorprendernos, ¿verdad? Lo importante aquí es que tendremos que analizar estas tres partes implicadas para adaptar y traducir en consecuencia el mensaje que queremos enviar.

1- El remitente

Eres tú, la persona que está leyendo estas líneas. Tienes una intención en mente cuando quieres enviar un correo electrónico a un cliente potencial. Sin embargo, ¿se adapta esta intención al receptor que va a leer su correo electrónico traducido a un idioma diferente?

Esta intención puede variar en función de los clientes potenciales de los distintos mercados, así que asegúrate de que está adaptada antes de hacer clic en “Enviar”.

Antes de redactar el correo electrónico pregúntate lo siguiente:

  • ¿Por qué querría un cliente hispanohablante comprar mis productos/servicios?
  • ¿Qué quieren conseguir? ¿Es lo mismo que un cliente nativo?
  • Si no es así, ¿cómo puedo adaptar mi mensaje y mis productos para satisfacer sus expectativas?Además de la intención, también hay que tener en cuenta los conocimientos lingüísticos para escribir y traducir un correo electrónico a otro idioma, y los conocimientos culturales para estructurar este mensaje de forma adecuada dentro del contexto del receptor.

No cabe duda de que un correo electrónico con errores gramaticales o culturalmente poco apropiado será ignorado e incluso puede ser tachado de spam.

2- El mensaje

Ahora es el momento crucial. ¿Qué vas a contarle al destinatario? Es el momento de empezar a escribir. Pero…¿qué estructura es la adecuada para tu correo electrónico? A continuación te indicamos cómo podría ser dicho mensaje.

  1. 1. Identifica los puntos en común que comparte con su cliente potencial.
  2. 2. Explica por qué le escribes.
  3. Preséntate o presenta tu negocio y lo que buscas con ese correo electrónico.
  4. Describe lo que necesitas o esperas.
  5. Concluye el mensaje con una llamada a la acción: ¿qué quieres que haga el cliente potencial después de leer el mensaje? ¿Que se ponga en contacto contigo? ¿Visitar un sitio web o una página de producto? Entonces, incluye el enlace bien visible.

3- El lector

Una vez adaptados la intención y el mensaje, el lector identificará que el correo electrónico procede de una fuente fiable. Y, si sigue la estructura mencionada anteriormente, el mensaje guiará al lector y le animará a pasar a la acción.

Sin embargo, probablemente estés pensando que es más fácil decirlo que hacerlo. Lo sabemos. Puede que pienses que ya has marcado todas estas casillas y sigues sin obtener respuesta.

No existe una fórmula mágica que puedas copiar y pegar para tener éxito. Pero echemos un vistazo a los errores más comunes en la redacción de e-mails.

Errores al enviar e-mails

  1. Traducir el e-mail sin conocer a tu público. Uno de los errores más comunes a la hora de dirigirse a un lead internacional es no tener en cuenta que debes adaptar culturalmente tu email. Asegúrate de que sabes cómo dirigirte a tu cliente potencial: no seas ni demasiado formal ni demasiado informal, asegúrate de que sabes su nombre y de que lo escribes correctamente.
  2. Usar traducciones automáticas que te hagan parecer spam. Esto también puede parecer bastante obvio cuando quieres traducir e-mails. Sin embargo, los plugins de traducción automática se están haciendo muy populares. Suelen ser gratuitos u ofrecen una suscripción muy barata, y afirman que pueden traducir tus correos electrónicos con un solo clic. Si quieres dirigirte a tu lector en su lengua materna, sin duda es una gran idea. Pero hazlo bien, no copies y pegues tu contenido en el primer plugin gratuito o en Google Translate. Asegúrate de que tu contenido lo traduce un profesional que, además, sepa adaptar culturalmente tu mensaje. O acabarás en la carpeta de spam.
  3. Incluir demasiado contenido o demasiado poco. Enviar correos electrónicos en frío es una forma difícil de conseguir un nuevo cliente. No es fácil hacer que alguien, que no te conoce, preste atención a lo que tienes que decir. Y tendemos a desconfiar de la gente que no conocemos. Es nuestra naturaleza y no podemos hacer nada para evitarlo. Por eso, cuando envías un correo electrónico a alguien que no conoces, tienes que presentarte. No a tu empresa. La persona que está escribiendo ese correo electrónico. Tenemos que humanizar nuestro contenido para conectar con la gente.

Y ahora que ya sabes los trucos de traducir e-mails, ¡es hora de que empieces a ponerlos en práctica y a retener talento!

Rocío González

Autor Rocío González

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